La familia estaba a punto de celebrar el cumpleaños de sus hijos Emmett de 1 año y Ethan de 3, cuando notaron que el menor tenía fiebre muy alta y decidieron llevarlo al hospital. Los médicos le diagnosticaron gripe y fue enviado a casa, pero su salud fue empeorando, al grado de llegar a vomitar sangre, sus padres tuvieron que llevarlo a la UVI.
Le realizaron una radiografía al pequeño y lo que encontraron los dejó sin palabras: una batería de botón. Sus padres se angustiaron demasiado, sentían nervios y culpa, pensaban que la batería se había caído de algún control de reproductor de DVD.
El niño fue ingresado de urgencia al quirófano. Tuvieron que retirar la batería y revisarlo para ver que no hubiera causado un daño interno. Aunque la pila no asfixió al pequeño, le provocó varias lesiones que le impedían comer alimentos sólidos por mucho tiempo y a someterse a 65 cirugías en total, además de las visitas frecuentas al doctor.
Después de haber pasado por todo esto, sus padres iniciaron el blog Emmett's Fight, donde contaron la historia y advierten a los padres de los grandes peligros que pueden causar estos objetos tan pequeños. La batería comenzó a quemar el tejido a las 2 horas de haber sido tragada, provocando daños que generalmente pueden ser fatales.
El pequeño ya se encuentra mejor, pero pudo haberle pasado algo peor. Cuiden mucho a sus hijos!
Con información de LikeMag