Siempre es divertido ir a las tiendas y tocar cada cosa que vemos, y más si son las pruebas de perfumes o maquillaje, ni hablar de las cobijas y almohadas que siempre están ahí para que podamos sentir su textura. En fin, ir de compras puede ser muy divertido, pero ¿hasta dónde? ¿Existe algo que pueda salir mal? La respuesta es sí, y esta historia lo comprueba. San Diego, California.- Patricia Miller se encontraba de compras en el tan aclamado mercado llamado "Costco", lugar donde se puede encontrar desde comida preparada hasta un buen libro; lo cierto es que Patricia no estaba ahí para comprar nada de eso, sino que había aprovechado su día libre para comprarle algo a su bebé. Cuando la Sra. Miller entró a la tienda no sabía si comprarle unos juguetes, ropa o calzado, pero cuando llegó al apartamento del hogar se topó con una cobija que era extremadamente suave y con un color muy bonito, así que no dudó más y la echó al carrito junto con otros productos para la cocina. Al llegar a casa le muestra la cobija a su bebé de un año y parece encantarle, así que en la noche lo cubre con ella para que no pase frío.
Pasa una semana y lleva a su bebé con la cobija nueva para todas partes, cuando después de unos días empieza a notar que su hijo no se está sintiendo muy bien, confundiéndolo con malestares estomacales no le toma mucha importancia y así continúa por varios días. Habían pasado dos semanas y la madre notó que su hijo empeoraba, que lucía pálido y hasta un poco azul, preocupada se dirige directamente al hospital. El diagnóstico reveló que su hijo estaba infectado con la bacteria de estreptococo, una de las bacterias más peligrosas que un bebé pueda contraer, ya que afecta directamente al sistema respiratorio. El doctor comenzó tratamiento pero lamentablemente la bacteria ya había evolucionado al grupo A, así que ya era enfermedad estreptocócica invasiva del grupo A, y basándose en los síntomas de su hijo (vómito, irritación, fiebre muy alta y cuello rígido) la meningitis era lo una de las posibilidades. En efecto, el bebé fue diagnosticado con meningitis.
A pesar de que se hizo hasta lo posible por salvar al hijo de la Sra. Miller, éste falleció dos semanas después. A partir de tan dolorosa noticia, su madre decidió investigar la razón de tal tragedia junto con el doctor, y después de extensas preguntas fueron a dar con la cobija que Patricia había comprado en “Costco”, la cual no había lavado antes de su uso y que pudo ser la causa más probable del contagio del bebé, ya que cientos de personas tocan el producto y seguramente alguien había dejado la bacteria en la cobija.
Cuando Patricia se dio cuenta de lo que había hecho no se lo pudo perdonar. Actualmente trata de hacer consciencia al respecto de todo lo que se compra en los supermercados. Nunca se sabe en donde puedas encontrar el peligro, así que recomendamos altamente que laves cada producto que compren antes de usarlo, en especial almohadas, cobijas y ropa interior, para evitar este tipo de sucesos.
Con información de Venuestrashistorias