El amor, uno de los sentimientos más bonitas, cuando miramos ala cara a nuestro ser amado nos transportamos a un mundo mágico y maravilloso, todo parece perfecto, no existe nada malo, su mirada, su risa, su gesto, su voz, todo lo aceptamos y podemos pasar horas escuchándolos hablar. Cuando empezamos a compartir un poco más y llegamos a vivir juntos, ver tele, comer juntos, salir a pasear, bañarnos, pero no es como lo pensábamos. Algo no huele bien y se escuchó un estruendo, miras a tu pareja y te rascas la cabeza, esto no te puede estar pasando, pero todos somos humanos y como humanos responde nuestro organismo, tú haces lo mismo.
Para no pasar por estas situaciones vergonzosas, te daremos un consejo con el que podrás seguir tirándote los pedos que tu cuerpo necesite, pero sin que nadie se de cuenta.
Debes acostarte en la cama de espaldas y poner tus manos a los costados, hazlo con una sutileza y coloca tus manos debajo de las nalgas, pero con las palmas hacia arriba, después en el borde de los glúteos coloca la punta de los dedos y sepáralos lentamente, empuja el gas afuera hasta soltarlo todo, saldrá sin ruido y sin olor. Lo has logrado, tu pareja no se dará cuenta.
Con información de DataOfDay