Laura Arnolds, de 42 años de edad, encontró en el celular de su marido unos mensajes que delataban que este tenia una aventura amorosa en EE.UU. con una mujer que le estaba esperando en Nueva York, decidió vengarse vendiendo la casa conyugal en las dos semanas en que Craig, el marido infiel, estuvo en la Gran Manzana.
¿Qué harías tú si descubrieses unos mensajes en el móvil de tu pareja que revelasen que te está siendo infiel? Laura de Reino Unido, lo tuvo muy claro cuando descubrió que su esposo tenia una amante esperándole en Nueva York, donde éste tenía que ir próximamente por un viaje de negocios. La susodicha amante de Craig, le escribía con todo lujo de detalles la 'traviesa bienvenida' que le tenia preparada para cuando el aterrizase en Manhattan.
En vez de enfadarse o volverse loca, Laura Arnolds tomó el camino de la venganza; cuando llegó la hora del viaje, y su marido tuvo que cruzar el charco y ausentarse durante dos semanas por el ‘viaje de negocios’, la astuta mujer movió ficha, (y qué ficha): aprovechó su ausencia para vender la casa conyugal.
Una venta exprés
Esto fue posible gracias a que fueron los propios padres de Laura los que hicieron el depósito en el momento de la compra de la casa y los papeles estaban a su nombre.
El resultado fue que, cuando Craig, el marido infiel de 44 años de edad, volvió dos semanas más tarde de su viaje, se encontró con lascerraduras cambiadas y con la ‘idílica’ imagen de seis estudiantes universitarios descansando en su salón, a los cuáles vio por la ventana.
Según recoge el periódico británico ‘Daily Mail’, el ‘pobre’ Craig no daba crédito: cuando llamó a la que hasta el momento él creía su casa, un ‘hippie’ veinteañero le abrió la puerta preguntando qué quería; para más ‘inri’, sus maletas estaban ahí empaquetadas esperándole.
Craig posteriormente ha descrito el asombro que tuvo y lo surrealista que fue la situación; pudo ver cómo todos los muebles de Laura ya no estaban en la casa, pero sus propiedades, muchas de ellas heredadas de su difunto padre, entre las que había muebles, una radio de época y una colección de palos de golf, habían sido incluidas en la venta de la casa como ‘accesorios y muebles’.
Durante esos 15 días del viaje de Craig, la mujer también se dio tiempo para arreglar los papeles del divorcio.
Con información de Mentes de Creatividad