Adán y Daniel ya tenían una hija de 4 años de edad y querían darle un par de hermanitos o hermanitas. Para asegurarse de que fuera así, la familia acudió a la fertilización in vitro, pero se llevaron una gran sorpresa. Ninguno de los 5 embriones recibidos por Daniel fue rechazado por su cuerpo, todos querían vivir.
Cuando los 5 pequeños nacieron se encontraban muy felices, los 5 fueron niñas. Los médicos dicen que la posibilidad de que ocurra algo como esto es una entre 48 millones.